martes, 5 de febrero de 2013

HOLA  A TODOS!!
Curioseando por internet  hemos encontrado “una de indios”. Se trata de un “cuento motor”, ideado para desarrollar la expresión corporal y para trabajar las habilidades motrices básicas en niños de infantil. Escenificarlo en grupo puede ser muy divertido. Ahí va:

 
indios y vaqueros
 
ÉRASE UNA DE INDIOS
Erase una vez dos tribus de indios que vivían juntos en el mismo poblado. La tribu de los Apaches y la tribu de los Sioux.
Los indios de las dos tribus llevaban la cara pintada. A las dos tribus les gustaba mucho cantar y bailar, pero lo que más les gustaba era ir a pescar.
Todos los días, cuando los indios se levantaban, hacían un baile en grupo. Era un baile muy divertido que les ayudaba a estar alegres y contentos durante todo el día.
Una mañana muy temprano, las dos tribus de indios, se fueron a pescar juntos. Antes de partir, todos en el poblado cogieron sus cañas de pescar y sus caballos, y formando una fila india cabalgaron hasta llegar al río.
Cuando los indios llegaron al río, caminaron por la orilla derecha, buscaban el mejor sitio para acampar y pescar. El problema era que armaban mucho ruido y todos los peces de la orilla se asustaban y se iban al verlos.
- Tenemos que alejarnos un poco, para después acercarnos con mucha cautela arrastrándonos como serpientes. Dijo el jefe indio.
Demasiado ruido para ser unos indios, ¿no creéis? Los indios cruzaron el río, pensando que quizá en la otra orilla tuvieran más suerte.
Pronto llegaron a la otra orilla del río, y se dieron cuenta de que el indio más anciano estaba muy cansado y ya no podía andar más.
- Debemos llevarlo de vuelta al poblado pero como no puede andar, tendremos que trasportarlo nosotros.
A mitad de camino se encontraron con un problema. Los indios Apaches decían que había que ir por la derecha y los indios Sioux opinaban que el camino más corto era por la izquierda, así que debían de solucionar este dilema.
Una vez resuelta la incertidumbre de cuál era el camino más corto, llegaron a un valle y se tiraron rodando ladera abajo.
Cuando llegaron al valle, descubrieron que estaba lleno de caballos salvajes, se montaron sobre ellos y volvieron a caballo hasta el poblado sin haber pescado nada en todo el día.
Al llegar al poblado, los indios realizaron la danza de la pesca, pensando que ésta les daría suerte para el día siguiente.
 
El día se acabó y la noche vino. Es hora de acostarse y dormirse alrededor del fuego, porque mañana espera otra nueva aventura.
¡Y COLORÍN COLORADO ESTE CUENTO SE HA ACABADO!
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario